sábado, 29 de octubre de 2011

"Decir sin haber dicho"


Los seres humanos comunicamos usando tipos de lenguajes diferentes: lenguaje hablado, escrito o corporal. En ocasiones nos valemos de una combinación de ellos para comunicar con mayor eficacia aquello que queremos; sin embargo a veces también comunicamos aquello que no queremos.


El pasado 23 de octubre, durante una conferencia de prensa en Bruselas, el presidente francés, Nicolás Sarkosy, y la canciller alemana, Ángela Merkel, fueron víctimas de ese “comunicar lo que no se quiere comunicar” y “dijeron algo sin haberlo dicho”.


Cuando una periodista lanzó una pregunta sobre si confiaban en las propuestas de ajuste económico presentadas por el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, Merkel y Sarkosy intercambiaron una sonrisa que se convirtió en carcajada entre los presentes.


Respecto al “decir algo sin haberlo dicho” creo que la “sonrisa” dijo que las expectativas de las medidas italianas no eran de confianza. Al menos así lo entendieron muchos de los periodistas que luego escribieron sus textos de lo que algún periódico la llamó Crisis: risitas irónicas.


Atendiendo al “comunicar lo que no se quiere comunicar” tengo algunas preguntas para la noticia: ¿Merkel y Sarkosy realmente pensaron en ese momento que las medidas de la economía italiana no eran de confianza? ¿Esa sonrisa fue intencional para decir lo que pensaban sin comprometerse con las palabras? ¿Fueron malinterpretados?



No solo Alemania y Francia, sino los socios europeos han instado al primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, a poner en marcha las medidas anunciadas para tranquilizar a los inversores y al resto de los socios europeos, según lo dijo el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy.


Merkel y Sarkosy aseguraron que sus sonrisas habían sido malinterpretadas y que no se estaban burlando del Ejecutivo italiano, sino que eran gestos de incertidumbre porque no sabían quién iba a responder a la pregunta.


Días más tarde, el 28 de octubre, Berlusconi también fue víctima del “comunicar lo que no se quiere comunicar” y afirmó que “El Euro no ha convencido a nadie. Es una moneda extraña, susceptible a la especulación, es de muchos Países pero no es respaldada por una política común ni tiene un banco de referencia”. Hora y media más tarde, cerca de las 20.35, Berlusconi emite una nota en la que explica “como de ordinario, he sido interpretado en modo malicioso y distorsionado”.


En el tiempo de la crisis de los emigrados provenientes del norte de África, Italia se sintió sola y reclamó solidaridad al resto de la unión europea. El ministro Roberto Maroni dijo que si en estos momentos no se sentía solidaridad entonces no tenía sentido formar parte de la unión europea.


La pregunta es ¿Será que Berlusconi fue malinterpretado o sus palabras expresan una tendencia de los ministros italianos ante la "falta de solidaridad" de la Unión Europea? ¿De verdad es "falta de solidaridad"?

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